Fue el año pasado cuando el Reino Unido anunciaba que se proponía reducir las emisiones de carbono un 78 % para 2035, en comparación con los niveles de 1990. Este compromiso demostraba la importancia de cambiar formas de producción para lograr ese futuro más verde que tanto necesitamos. Y, aunque el cambio más grande debe de venir por parte del sistema, del poder y, sobre todo, de las formas de producción, puede que también se pueda plantar algún que otro granito de arena desde abajo. Como nuestro foco es la tecnología, pero no queremos dejar de lado la importancia de ser sostenible y cuidadoso con el medio ambiente, queremos ofrecerte en este artículo algunos consejos que pueden hacer que tecnología y sostenibilidad vayan de la mano. Es decir: cómo consumir tecnología y ser ecológico a la vez. Por otro lado, no dudes en consultar los mejores accesorios sostenibles y ecológicos para tu móvil. 

1. Recicla (o mejora) tu vieja tecnología

Esto puede ser obvio, pero es muy importante. La basura electrónica está destruyendo el planeta, y Europa es uno de los mayores productores de residuos electrónicos del mundo. La basura electrónica es cualquier cosa, desde enchufes y cables hasta viejos ordenadores portátiles, electrodomésticos y teléfonos. Un informe de la ONU de 2019 reveló que el mundo produjo 54 millones de toneladas de residuos electrónicos y que la cantidad está creciendo tres veces más rápido que la población mundial.  Nuestra tecnología contiene metales preciosos como el cobre, el hierro, la plata y el oro que a menudo van directamente a los vertederos. El mismo informe de la ONU concluye que se tiran 14.000 millones de dólares de estos valiosos metales. Por si fuera poco, los elementos tóxicos de las baterías de iones de litio, junto con el mercurio y el plomo, también se filtran al suelo y contaminan el aire cuando se queman, que es la forma en que suelen eliminarse. Hay muchas maneras de reciclar tus viejos aparatos. Si todavía funciona, mira si puedes regalarlo en sitios como Freecycle o Milanuncios. También puedes donarlo a las tiendas de caridad de tu ciudad. Eso sí, asegúrate de restablecer el dispositivo de fábrica primero. También puedes reciclarlo. El programa Galaxy Upcycling de Samsung permite a los propietarios de teléfonos Galaxy convertir sus viejos teléfonos Samsung en dispositivos domésticos inteligentes mediante la aplicación Smart Things. Esto te permite dar una nueva vida a tu teléfono como un monitor de pecera inteligente o un interruptor de luz inteligente. El vídeo explica más al respecto:

Si prefieres ganar algo de dinero, considera la posibilidad de vender tus viejos aparatos a servicios como MusicMagpie (o Declutter en Estados Unidos) y iOutlet. MusicMagpie acepta incluso CDs y DVDs si realmente quieres hacer una limpieza de primavera. Por otra parte, si tu dispositivo está simplemente muerto y no hay esperanza de que tenga una segunda vida, puedes reciclarlo de forma responsable en grandes distribuidores como MediaMarkt. No olvides comprobar también si tu ayuntamiento acepta el reciclaje de residuos electrónicos en la calle.

2. Compra tecnología renovada

Muchas marcas de tecnología están dando un gran impulso a la ampliación de su oferta de productos reacondicionados y renovados. eBay lanzó en marzo de 2021 un programa de reacondicionamiento certificado, que permite a los compradores ahorrar hasta un 30% en marcas de primera línea como Dyson y Go Pro, y que además incluye una garantía de 12 meses. Estos son algunos productos reacondicionados que puedes comprar en eBay. Esta última promete a los clientes un reembolso completo o una sustitución en el plazo de un año desde la recepción del producto si no funciona como se esperaba. También puedes acudir directamente al fabricante para adquirir dispositivos reacondicionados. Todo lo que compres en la Apple Refurbished Store o en la Certified Refurbished Store de Samsung tiene que pasar por rigurosas normas de calidad directamente del fabricante.

3. Ver menos Netflix

Puede que sea difícil -especialmente durante una pandemia-, pero reducir el streaming puede ayudar al medio ambiente. Internet tiene una huella de carbono bastante grande. No solo se necesita energía para hacer funcionar nuestros dispositivos y acceder a las redes inalámbricas, sino que los enormes centros de datos y las granjas de servidores que dan soporte a Internet necesitan una gran cantidad de energía para seguir funcionando. Todos los centros de datos del mundo juntos pueden producir casi tanto dióxido de carbono como la industria aérea. Una hora de Netflix genera 100g de CO2e, lo que equivale a que un coche de gasolina recorra 400 metros. Aunque no es mucho por sí solo, se acumula cuando se multiplica por los 203,6 millones de suscriptores de Netflix. Netflix no es el único culpable, por supuesto, ya que cualquier servicio de streaming está obligado a producir emisiones de carbono. Así que lo mejor que puedes hacer este Día de la Tierra es coger un libro en su lugar.

4. Di no a la entrega al día siguiente

Recibir artículos en casa puede ser más respetuoso con el medio ambiente si la alternativa es tener que conducir hasta una tienda y volver sólo por un artículo; los camiones de reparto, en cambio, consolidan muchos pedidos en un solo viaje. Sin embargo, el problema de los envíos al día siguiente es precisamente ése: las entregas ya no se consolidan. Los almacenes no tienen la oportunidad de optimizar las entregas, ya que deben enviar los artículos tan pronto como llegan.